A Continuación detallo varios puntos a considerar a la hora de adquirir un disco duro externo.
Tipo de almacenamiento: disco duro mecánico o memoria sólida SSD
A día de hoy, el formato predominante en los discos duros portátiles han sido los discos mecánicos, que durante décadas fueron la principal forma de almacenamiento en la informática moderna. Este tipo de discos duros son más económicos y tienen una buena velocidad de transmisión de datos. El problema que presentan es que al tener piezas mecánicas, si el dispositivo recibe un golpe puede romperse y quedar inutilizado, aunque las carcasas vienen ya preparadas para este tipo de accidentes. A su favor tienen además una mayor capacidad de almacenamiento.
Por otro lado, tenemos los SSD o unidades de estado sólido. Un formato que de momento se usa principalmente como unidad interna y donde algunos fabricantes como Samsung ya están apostando fuerte. Este tipo de discos duros destaca por no tener piezas mecánicas por lo que son menos susceptibles de romperse. Además, son más silenciosos y mucho más rápidos a la hora de transmitir datos, por lo que resultan ideales para usarlos como unidad de arranque. El problema es que a día de hoy no ofrecen una capacidad de almacenamiento similar a los discos mecánicos y su precio es más elevado.
Espacio de almacenamiento: de los 500 GB a los 2 TB
En cuanto a la capacidad de almacenamiento, podríamos aplicar el axioma de “cuanto más grande mejor” pero nos equivocaríamos. Es bueno saber para qué vamos a utilizar nuestro disco duro y si necesitamos realmente o no tanto espacio. ¿Vamos a almacenar datos como fotografías o películas de forma permanente? Entonces nos conviene un dispositivo de 1TB o 2 TB. ¿Vamos a mover datos de un sitio a otro como si se tratara de una especie de pendrive? Quizá nos convenga un disco un poco más pequeño de 500 GB o más.
De todos modos, la tecnología avanza muy rápido, y los archivos crecen en tamaño a medida que aumentan de calidad. Hoy puede parecer mucho un disco de 2 TB (o de 3 TB o más), pero pensemos que siempre llegaremos a utilizarlos por completo. Y mientras no lo hagamos, hacerles particiones “estratégicas” ayuda a racionalizar el espacio.
Muchos ya estamos familiarizados con la jerga informática y sabemos cuánto es un GB pero ¿sabemos cuánto es un TB? Para quien no lo sepa, recordarle que estamos hablando de un TeraByte, o lo que es lo mismo, 1000 GB. Es decir: más de 250.000 canciones en buena calidad, más de 300 episodios de nuestras series favoritas… Por eso, si vamos a ir almacenando archivos como si fuera una biblioteca, quizá nos convenga una capacidad de esta magnitud. Si vamos a mover datos, eliminarlos y volver a copiar otros, seguro que nos conviene algo más pequeño.
Saludos....... Espero les sirva la información.